El Archipiélago de Chinijo, la mayor reserva marina de Europa

¿Sabías que las Islas Canarias albergan a su vez un pequeño archipiélago? En el punto más occidental del territorio canario, y al norte de Lanzarote, se encuentra el Archipiélago de Chinijo, un paraje natural único.

Conformado por 3 islas y dos islotes, es el hogar de diversas especies endémicas y en peligro de extinción. Por ello, en el año 1986 fue protegido como Parque Natural, convirtiéndose en el primero de España, dentro de la categoría de marítimo-terrestre. Asimismo, puede presumir de ser la mayor reserva marina de la Unión Europea.

Si bien se trata de un lugar excepcional, durante muchos años había sido ignorado por turistas. Es por eso que en este artículo te contaremos todos los secretos del Archipiélago de Chinijo para que no te olvides de incluirlo en tu lista de imprescindibles cuando visites Lanzarote.

El Archipiélago de Chinijo: 3 islas, dos islotes y solo 800 afortunados habitantes

La mejor forma de contemplar el Archipiélago de Chinijo es visitando el Mirador del Río en Lanzarote.

A 400 metros de altitud, nos ofrece unas vistas increíbles a las tres islas (La Graciosa, Alegranza y Montaña Clara) y a los dos islotes (Roque del Este y Roque del Infierno) que conforman este singular espacio natural.

Gracias a la protección de cada uno de sus rincones terrestres y marinos, el conjunto del archipiélago se mantiene en perfecto estado de conservación. Un hecho que realza, aún más, su valor geográfico, paisajístico y biológico. Tanto es así que aquí solo viven 800 afortunados habitantes: 577 en La Graciosa y 280 en la Caleta de Famara.

La Graciosa, Alegranza y Montaña Clara, las islas menores

Para visitar las islas menores del Archipiélago de Chinijo deberemos tomar un ferry desde el puerto de Órzola con destino La Graciosa. La más grande de las tres y la más pequeña de las ocho islas canarias.

En tan solo 15 minutos pisaremos sus calles de arena rubia que no conocen la negrura del asfalto, y en cuestión de segundos quedaremos maravillados ante su belleza. Virgen, natural y casi sin edificar, La Graciosa es el edén para los amantes del mar. De hecho, se sitúa cerca de uno de los bancos de pesca más grandes y abundantes del mundo.

Por otro lado, si quisiéramos visitar Alegranza y Montaña Clara necesitaríamos contratar una excursión específica. ¿Sabías que ambas son de propiedad privada? A pesar de que el Estado ha intentado comprarlas en varias ocasiones, sus dueños se niegan a venderlas. ¡Y no nos extraña!

Por su parte, Alegranza de 10,3 km2 alberga una de las calderas más grandes de Canarias, tras la de Taburiente en La Palma. En 1941 fue adquirida por sus actuales propietarios quienes vivirían durante años en la isla. Actualmente, son las aves silvestres sus principales huéspedes. Razón por la cual, todo el área comprendida por este parque ha sido declarada como zona de especial protección para las aves (ZEPA).

¡Y qué decir de Montaña Clara! La más próxima a La Graciosa nunca ha estado habitada, ni siquiera por sus propietarios, los herederos de Mariano López Socas. Este islote volcánico destaca por su cráter de color amarillo y por la diversidad de especies marinas que alberga. Calderones, diferentes especies de delfines y cachalotes pigmeos son comunes en esta zona.

El tesoro biológico, marino y paisajístico de Lanzarote

El Archipiélago de Chinijo es un tesoro biológico, marino y terrestre de Lanzarote que no debemos ignorar si visitamos la isla de los volcanes. A nivel paisajístico, no deja a nadie que lo visita indiferente. Un paisaje que se mantiene congelado al paso del tiempo, como si de una fotografía analógica se tratara.

Más allá de su belleza superficial, es un tesoro biológico y marino único en Canarias. En sus islotes podemos encontrar incluso yacimientos de huevos de aves prehistóricas. Además, es un punto de gran importancia para la migración de especies.

Bajo el agua, bucear por sus fondos marinos es una experiencia inolvidable y profundamente recomendable. La superficie es solo un leve reflejo de toda la riqueza que se esconde en el infinito océano Atlántico.

Entonces, ¿ya sabes cuándo visitarás el Parque Natural del Archipiélago de Chinijo? No todos los días se puede disfrutar de un entorno natural de estas características.